Meditar no es pensar, es sentir, es percibir

Aprender a meditar es aprender el arte de vivir plenamente. Meditar no solamente es sentarte en silencio y prestar atención a tu respiración, sino también vivir muy consciente de cada momento de tu día. Déjame te cuento más sobre esto.

El tipo de meditación del que te quiero platicar es el mindfulness. Mindfulness, o atención plena, consiste en aprender a vivir en el momento presente con una actitud gentil, sin juicios y aceptando lo que sucede. Aprender mindfulness implica hacer ejercicios todos los días (de 20, 30 o 40 minutos) y así ejercitar tu capacidad de atención, tu capacidad de estar aquí y ahora de manera equilibrada.

¿Qué es estar aquí y ahora? ¿qué es estar presente? Es estar utilizando todos tus sentidos para percibir lo que realmente está pasando. Por ejemplo, en este momento ¿puedes sentir tu respiración mientras lees? ¿eres consciente de los sonidos que están sonando? ¿puedes sentir tus manos sosteniendo el celular o la silla en la que estás? ¿qué tan consciente eres de la iluminación en donde estás? Meditar no es pensar, es sentir, es percibir.

La gran mayoría de la gente se la pasa pensando en el futuro y en el pasado perdiéndose así la vida, la cual sucede solamente en el momento presente. El pasado sucedió en el presente y el futuro sucederá en el presente, vale la pena entonces ejercitar esta cualidad natural que todos tenemos. Cuando lo integras como estilo de vida, aprendes a no hacerle tanto caso a tus pensamientos y esto da paz. ¿Te ha pasado alguna vez que estuviste pensando algo por mucho tiempo y de repente te diste cuenta de que no tenía nada que ver con la realidad? Esto sucede por tomarnos demasiado en serio todo lo que pasa por nuestra mente.

Practicando meditación de repente notas que disfrutar cada sabor, aroma y textura de tus comidas es más fácil, ir caminando por la calle escuchando los pajaritos, sintiendo el aire y tu cuerpo moviéndose se vuelve más natural, estar muy atento en clases o en el trabajo se hace parte de tu forma de ser volviéndote más productivo, estar con tu familia y amigos se convierte en algo muy disfrutable y descansar cuando llega la hora también se hace costumbre permitiéndote relajar profundamente y así descansar la mente y el cuerpo.

Si aprendes el arte de la meditación y lo practicas todos los días aprenderás el arte de vivir, y lo más maravilloso es que no tienes que irte a un monasterio para aprender, meditar también es para gente de ciudad como tú y yo.

¿Te interesa aprender a meditar? Mira aquí nuestros cursos en Guadalajara o en línea.

Acerca del autor